Vivo en la ciudad de Toledo, pero paradójicamente trabajo en un pueblo de los alrededores. Todo ello, para deciros que todos los días paso por la Avenida de la Constitución de Casarrubios del Monte, ahí mismo donde se encuentra Piscinas DTP, una empresa toledana que –como lo indica su denominación– fabrica piscinas, y que siempre me ha llamado la atención por el buen gusto que demuestra tener para con el diseño de éstas. Dicho esto, si tanto me fijo en ellas es porque me encanta nadar, pero para colmo ¡soy muy pudoroso! La gente en regla general piensa que este tipo de sentimiento o actitud los suelen sufrir más bien las mujeres, sin embargo no siempre es el caso. Aquí estoy yo, Juan Pablo de Toledo, un hombre respetable y rechonchón de 45 años de edad para dar fe de ello. Os lo aseguro, ponerme en bañador y salir “vestido” de esta forma ante las miradas de los demás bañistas, ¡me resulta durísimo! ¡Una auténtica prueba de fuego! Pero, al gustarme tanto nadar, no me queda otra que la de afrontar dichas miradas…
¿Veis más o menos ahora hasta dónde quiero llegar? ¿Hacia dónde van los tiros? ¿O no? Os explico… Si tanto me fijo en las piscinas que veo expuestas al ir a trabajar, es porque llevo un tiempo ya –con mi esposa– pensando en instalar una en casa. No nos falta espacio, tenemos un jardín amplío en el que no quedaría para nada mal una bonita piscina en la que dar unas cuantas brazadas para guardar la forma y la línea (¡bien falta me hace!), y además con tenerla en casa ya no me vería obligado en desplazarme hasta una piscina pública ni tendría que afrontar aquellas miradas que tanto me molestan. Y bueno, en Toledo cuando llega el buen tiempo… ¡llega! Con lo cual, poder refrescarse en una piscina y disfrutar de ella con la familia y amigos, ¡no tiene precio!
Piscinas de fibra de poliéster de diseño
Después de haber estado pasando y pasando miles de veces delante de la empresa Piscinas DTP, el otro día por fin decidí pararme y entrar para solicitar información. El personal se mostró muy amable, y la verdad es que me gustó mucho cómo me asesoró. Pude ver in situ modelos de piscinas que me encantaron, pero también acceder a través del catálogo de la firma a distinta piscinas de diseño sumamente originales. En materia de seguridad y calidad, también me convencieron. Me explicaron en efecto que sus piscinas de fibra de poliéster se realizaban siempre bajo exhaustivas normas de seguridad y calidad. Pues, cada proceso estaba supervisado por los encargados de la producción y calidad, para que el producto final cumpliera con los parámetros que marcaba Europa. De hecho, las piscinas estaban avaladas por las Certificaciones ISO de Calidad y Medio Ambiente de la Unión Europea. La empresa es un referente en el mercado y por ello exporta sus piscinas de poliéster en toda España así como en Francia, Portugal y Marruecos. Los precios y condiciones me gustaron asimismo.
Además, ellos te la instalaban y de todo se encargaban. Con lo cual, me dije a mí mismo: “¡No hay más que pensar, Juan Pablo! ¡A ponerse de acuerdo con ellos para poder disfrutar en cuanto antes de una chulísima piscina!”, y así lo hice… Mi esposa y yo nos hemos finalmente decantado por el modelo Topacio. Nos ha gustado particularmente sus estilizadas e insinuantes formas que le dan un “petit je ne sais quoi” muy particular. Se trata de una piscina con una gran distinción y es verdaderamente diferente al resto de modelos. Las obras empiezan la semana que viene. ¡Ojalá terminen pronto para que pueda disfrutarla en breve!