Después de unos años en los que la actividad económica de Aragón se ha visto muy mermada como consecuencia de la llegada de la crisis económica entre los años 2007 y 2008, parece que ahora se ha vuelto a recuperar buena parte del tejido empresarial que se ha perdido a lo largo de toda esta década. Los habitantes de ciudades como Zaragoza lo están notando especialmente desde el último año. La actividad ha crecido en la capital aragonesa y eso se está notando en lo que al PIB de la ciudad, la provincia o la región se refiere.
Esa recuperación de la que venimos hablando es la consecuencia de una cadena que si nos damos cuenta se repite siempre: la mejora en materia económica de unas empresas incide directamente en las demás empresas que tienen que ver con ella o que se encuentran cerca. Eso es un poco lo que ha venido ocurriendo en una región como la aragonesa. La mejoría que se ha experimentado en algunas de sus empresas más importantes en años pasados ha sido el principal motivo por el cual ahora las pymes también están progresando.
El negocio de las lavanderías es uno de los que más ha llamado la atención en este sentido en el territorio aragonés en los últimos años. Se trata de un caso especial, puesto que este tipo de negocios es de nueva creación y han irrumpido de un modo extraordinario no sólo en Aragón sino en toda nuestra geografía. Un artículo publicado en el diario Heraldo en el año 2014 desvelaba que en Zaragoza se había multiplicado por siete en los últimos años. Un dato que revela que en Aragón ha habido capacidad como para emprender e iniciar nuevos proyectos empresariales.
Pero lo que ha denotado un aumento muy importante de la actividad empresarial en una comunidad autónoma como Aragón es el aumento del número de pedidos de lavadoras industriales, objetos que desde luego son un verdadero termómetro para medir qué pasa con un sector empresarial determinado. Los profesionales de una entidad como Lavatur nos han contado hace pocos días que en Aragón se ha producido en los últimos meses un aumento tremendo del número de pedidos de lavadoras industriales, lo cual quiere decir que la industria aragonesa está en pleno crecimiento.
El número de empresas en Aragón, en pleno crecimiento
Los datos que comentábamos anteriormente auguraban una mejoría del sector empresarial en Aragón. Una mejoría que se ha hecho patente a medida que hemos ido conociendo datos relativos a las empresas de las tres provincias que componen Aragón. El Periódico de Aragón destacaba, en 2016, que el número de empresas que tenían su sede social en la región había crecido en el año anterior un 1’7%, algo que, después de todo lo que se había vivido en lo que a pérdida de puestos de trabajo y empresas se refería en los años anteriores, era un auténtico bálsamo de energía.
Lo mejor de todo lo que venimos comentando es que ese aumento del número de empresas del que hemos hablado no solo se ha hecho patente en Zaragoza y su provincia, sino que ha sido extrapolado a Teruel y Huesca. Ese era uno de los principales problemas que presentaba la región, que Zaragoza era el motor inequívoco de una región que tenía un gran porcentaje de sus empresas ahí. Ahora, aunque la ciudad maña sigue siendo la referencia, las diferencias se han estrechado de una manera notable.
Decimos esto en función de los datos que nos ha revelado Lavatur. Son muchas las empresas que han comenzado a adquirir lavadoras industriales y son bastantes las empresas que lo han hecho desde las provincias de Huesca y Teruel. Además, el descenso del paro en una provincia y en otra refrenda todavía más lo que venimos diciendo a lo largo de todo el artículo. Lo mejor de todo es que las sensaciones que hay son las de que va a seguir progresándose en este sentido de cada a los próximos meses y años.
Son momentos para el optimismo tanto en Aragón como en el resto de España. Estamos en un momento en el que dejamos atrás una depresión que ha tenido en el aumento del desempleo y la perdida de recursos económicos sus dos características más nocivas. Ahora contamos con una mayor seguridad económica y una inercia positiva que deben servir para que muchas de las zonas de España que perdieron su esplendor lo vuelvan a recuperar.