Parece que las estadísticas, en contra de lo que muchos pensaban, están demostrando que el sector de la estética va viento en popa. Muchos fueron los expertos que dijeron que, a pesar de que la economía familiar parecía remontar poco a poco, las empresas de servicios y los comercios enfocados al sector de la estética iban a seguir en periodo de vacas flacas, aunque por lo visto estaban equivocados.
Se basaban, sobre todo, en que una familia de clase media preferiría ahorrar a gastar en esos lujos y, por supuesto, una familia de clase media-baja preferiría comprar otros productos más necesarios antes que cremas o tratamientos estéticos. Eso, como es lógico, dejaba únicamente a la clase más pudiente de la sociedad como cota de mercado para este sector, lo que no daba demasiado abanico de posibilidades y, por ende, no habría público suficiente para tantos negocios como estaban proliferando.
La teoría era buena, más o menos, pero la práctica demuestra que era errónea. Mientras que otros sectores, también considerados de lujo o no necesarios, sí han visto muy mermados sus ingresos, el sector de la estética parece seguir a flote y pasar el examen con nota. Si bien es verdad que en Aragón la mayoría de clínicas han visto bajar sus números en cuanto a operaciones de cirugía (o como mucho han conseguido mantenerlos), otros tratamientos más económicos han empezado a captar mayor clientela, lo que no sólo ha equiparado el beneficio del año anterior sino que lo ha aumentado de manera generalizada.
Ahora bien ¿es buena idea lanzarse al emprendimiento en este sector? Debemos tener en cuenta que la mayoría de aparatología estética y productos que se suelen utilizar en dichos tratamientos no son, para nada, económicos. Eso significa que para levantar un negocio de fotodepilación, por ejemplo, hay que tener un buen bolsillo o, al menos, eso es lo que hacía falta hasta hace muy poco. De un tiempo a esta parte, muchas empresas de venta de aparatología estética han puesto en marcha servicios de alquiler y así, S.Estetic ofrece la posibilidad a pequeñas pymes de alquilar máquinas IPL o de láser de diodo para fotodepilación en lugar de comprarlas. De este modo ayudan a los nuevos empresarios a obtener beneficios a más corto plazo para poder levantar el vuelo.
El ejemplo perfecto a un tiro de piedra
No muy lejos de mi residencia habitual, en pleno centro de Zaragoza, la hija de un conocido se ha animado a montar su propio negocio con este tipo de sistema de alquiler y sin invertir demasiado. La idea ha sido sencilla y exitosa: alquiler de local comercial, redecoración donde predomina la pulcritud y el color blanco, contratación de dos chicas y una recepcionista, y alquiler de dos máquinas de depilación con láser de diodo y una con IPL. En cuestión de mobiliario sólo ha comprado un mostrador, tres tumbonas y varios percheros ya que, para dividir estancias y dar intimidad a sus clientas, ha instalado unas mamparas divisorias de Delbin Ingeniería. Luego compró accesorios necesarios como toallas, cremas, y demás artículos higiénicos. Nada más.
¿Queréis saber cómo tiene el local casi todos los días? Lleno hasta los topes y con cola de espera. Haber podido abrir el negocio en tan poco tiempo y con una inversión no demasiado elevada le ha permitido poner precios de sesiones de depilación bastante económicos, a 19 euros la zona pequeña y 35 la zona grande, por lo que el local se le ha llenado en cuestión de meses con clientas asiduas que recomiendan el negocio a amigas y conocidas. El resultado ha sido más que satisfactorio por lo que, una vez más, podemos tirar por tierra a aquellos expertos que auguraban un mal futuro a los negocios relacionados con la estética.
Lógicamente, no todos triunfan, pero pertenecer a un sector o a otro no tiene por qué delimitar tus beneficios ni marcar tu fracaso.