3 maneras de dejar de lado los problemas de liquidez en tu negocio

Las empresas constituyen uno de los grandes motores de la sociedad en la que nos encontramos. Sin ellas, no hay un movimiento de la economía como el que se necesita para que el dinero genere beneficios en el seno de todas estas entidades. Además de eso, ofrecen puestos de trabajo a personas con diferentes preparaciones. Y la verdad es que esto es lo que hace que la rueda gire. Desde luego, no cabe la menor duda de que la peor empresa es la que se encuentra estancada y que se dedica a ser extremadamente conservadora. Cuanta más inversión exista en sus proyectos, más opciones habrá de que la sociedad se vea beneficiada.

Además, tened en cuenta que, cuanta mayor sea la facturación de las empresas, más grande va a ser también la cantidad de impuestos que se recauden en el seno del Estado. Y la verdad es que esto va en beneficio de todos y todas por el hecho de que todo ese dinero va a poder ser invertido en aspectos como la sanidad, la educación, las obras públicas y un montón de cosas más. Ni que decir tiene que estamos hablando de una cuestión que es importante y que va a permitir que la sociedad obtenga mejoras en todos los sentidos. Los impuestos se reinvierten en todos nosotros por mucho que exista una corriente de pensamiento que no lo crea.

Pero las empresas se tienen que enfrentar a problemas que son recurrentes y que afectan a su salud económica y financiera. Uno de ellos os va a sonar mucho y es la morosidad. Y es que esas empresas se exponen muchas veces a que sus clientes (ya sean particulares o empresas) no cumplan con las condiciones de pago que se han estipulado entre las partes y que rigen la relación comercial. Esto no puede ser. El daño que se le hace a la empresa que se ha encargado de vender un producto o un servicio es muy grande porque el dinero que se deja de percibir no se puede usar como inversión o para pagar a los empleados de los que ese negocio dispone. Esto desata una cadena del mal que luego es difícil de parar.

De acuerdo con una información publicada en la página web de El Economista, las empresas españolas acumulan más de 1’3 billones de euros en facturas sin cobrar. Estamos hablando de una cantidad ingente de dinero, una cantidad con la que la inversión podría ser mucho más grande en todos los sentidos y que podría provocar la existencia de una cantidad mucho más grande de puestos de trabajo en todos los sectores que os podáis imaginar. Es evidente que hay que hacer algo para controlar esto porque está en juego la salud financiera de un montón de negocios, la de las familias y también, como ya estaréis suponiendo, la de nuestra sociedad.

Y eso que la morosidad se empieza a computar después del plazo de pago que se establece en cada factura. Hemos querido saber cuál es ese plazo en el caso de las empresas de nuestro país y la respuesta nos la ha dado una noticia del portal web Emprendedores. Lo que nos dice la información es que un tercio de las empresas permite que ese pago se ejecute a los 90 días de haberse realizado el servicio o producida la entrega de los productos. Es mucho tiempo porque lo habitual y lo más conveniente serían 60 o 30 días. Y encima se producen atrasos en los pagos e incluso facturas que no se llegan a pagar. Eso es un desastre para la economía en general.

Como es normal, las empresas tienen que actuar ante la falta de seriedad por parte de los particulares o empresas que componen su clientela si es que estos no cumplen con sus pagos en tiempo y forma. En Findango Finance, una entidad que destaca por tener a varias empresas en su cartera de clientes que pasan por situaciones como las descritas, nos han hablado de 3 maneras de enfrentarse a este tipo de situaciones sin incurrir en el riesgo conocido como falta de liquidez, que es lo que provoca la morosidad. Vamos a hablaros de cada una de ellas, que son el anticipo de facturas, la financiación confirming y los préstamos para empresas.

Anticipos de facturas

Estamos hablando de una de las cuestiones que más necesitan las empresas por parte de entidades financieras. Es la manera más cómoda de saber que vamos a poder cobrar y de que no se alargue demasiado la operación, con lo cual mejora la certidumbre. Este concepto es algo muy importante en el seno de la empresa porque es lo que va a permitir que las cosas salgan adelante y que se tenga la confianza de que vayamos a poder obtener ese beneficio por el que se trabaja y que tanto deseamos todos cuando desarrollamos un proyecto en nuestra empresa. Sin certidumbre, es imposible que salga adelante cualquier propósito que tengamos en la mente para nuestro negocio.

Financiación confirming 

Este es un concepto que también nos puede ser de gran utilidad, aunque en este caso estamos hablando de pagar a los proveedores en lugar de reclamar un pago a los clientes. Esto es propicio para que nuestra empresa gane en respeto y en confianza por parte de las personas que nos suministran servicios y materias primas para que podamos realizar nuestro trabajo. Es como un aval. Cuando tenemos financiación confirming, lo que no vamos a tener es la negativa de un proveedor a trabajar con nosotros porque van a saber que somos buenos pagadores y que no va a haber ningún problema ya no solo para que paguemos, sino para que lo hagamos dentro del plazo establecido.

Préstamos para empresas

Toda empresa, especialmente cuando se encuentra en un periodo de iniciación o expansión, necesita disponer de un dinero que quizá todavía no tenga para realizar una inversión. Es aquí donde entra la necesidad de solicitar un préstamo. Son muchas las empresas de todo tipo que lo solicitan y la verdad es que no importa su tamaño o el sector en el que estén. No cabe la menor duda de que, para crecer, hay que hacerlo con una ayuda en momentos determinados. Si no es así, es muy difícil. Y a todo el mundo le conviene que exista un comercio que funcione bien y que genere puestos de trabajo.

Cualquiera de las tres fórmulas a las que acabamos de hacer referencia ayuda a que una empresa tenga la capacidad suficiente como para cumplir sus objetivos. Pero está claro que, en caso de que no existiera ninguna de las tres, sería mucho más complicado que se pudiera emprender en nuestro país, una actividad que de por sí no es fácil pero que se convierte en algo mucho más manejable si contamos con la colaboración externa de la que hemos venido hablando a lo largo de todos estos párrafos. Tiene que seguir existiendo este tipo de servicios porque es lo que puede relanzar la economía de nuestro país y de cada una de sus regiones.

Muchas veces, las entidades tradicionales que podrían proporcionar crédito a las empresas no lo hacen o ponen condiciones imposibles de cumplir para hacerlo. Esto pone en un brete a los negocios, que se sitúan al borde del abismo cuando no tienen a nadie que les pueda facilitar alguna fórmula como a la que hemos venido haciendo referencia para poder tener la oportunidad de realizar inversiones y sacar adelante cualquier proyecto que sea necesario para que el negocio gane en visibilidad y atraiga a clientes. Sin inversión en publicidad, en instalaciones, en la mejora de procesos o en personal, es imposible que exista una rentabilidad tanto a corto como a largo plazo.

Para crecer, hay que tener liquidez. Y muchas empresas españolas se caracterizan por no tener precisamente esto. No podemos permitir que una barrera como la que supone no tener liquidez sea la que ahogue a las empresas o haga muy complicado su crecimiento. Las entidades financieras deben arrimar el hombro y el sector público también debería hacer mucho más para cumplir con esto. A muchas personas se les llena la boca de decir que se están generando políticas para ayudar a las empresas (tanto a las más grandes y solventes como a las más pequeñas), pero existe una necesidad imperiosa de que eso se materialice en ayudas concretas. Y las que hemos venido comentando son las más eficaces. De hecho, no nos extraña que haya cada vez más emprendedores que las tengan en cuenta para sus proyectos.

Contribuir al desarrollo de las empresas es hacerlo por el desarrollo de nuestra propia vida. Sin trabajo, no hay calidad de vida. Y sin calidad de vida, no hay bienestar. Todo forma parte de una pequeña bola que empieza a girar cuando se les ofrece la oportunidad de crecer a las empresas, por muy pequeñas que sean. Así que nunca perdamos de vista lo importante que es poder hacer esto y las implicaciones indirectas que puede tener para nosotros.

 

Comparte tu amor

Noticias relacionadas

Las 7 plagas que acechan en verano.

En verano, con el buen tiempo, salen a la superficie insectos y roedores que invaden el espacio humano. Por supuesto, ocupan instalaciones de las empresas,

Medita con otras personas

¿Has oído hablar de los retiros espirituales?, pues no son pocas las personas que acuden a estos retiros porque quieren tener más paz y más

Scroll al inicio

Suscríbase a nuestro boletín semanal. No enviamos nunca correo basura.