En la actualidad, tal y como ocurre en muchos sectores diferentes, las empresas han de reinventarse para poder seguir saliendo adelante en una situación económica cada vez más competida y compleja. Y es que la globalización ha traído consigo que hoy en día una empresa de cualquier parte del mundo pueda estar vendiendo productos en la otra punta del globo. Esto es así gracias al avance de internet y, por supuesto, a las redes logísticas, las cuales han ido creciendo muy rápidamente para poder cumplir con los estándares de entregas actuales y es que a la gente ya no le vale que los productos que compran lleguen en unas semanas, sino que han de ser capaces de poder servirlos en menos de 24 o 48 horas y, en algunos casos, en menos de dos horas desde que se lleva a cabo el pedido.
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