Por qué es tan difícil encontrar talento directivo

En el contexto empresarial actual, que se caracteriza por una rápida evolución tecnológica, una creciente globalización y una competencia feroz en todos los sectores, el talento directivo se ha consolidado como uno de los recursos más valiosos y difíciles de encontrar. Las empresas enfrentan el desafío de encontrar no solo profesionales con habilidades técnicas avanzadas, sino también líderes capaces de gestionar equipos, inspirar a sus colaboradores y tomar decisiones estratégicas en un entorno en constante cambio.

La capacidad de adaptarse a nuevas tecnologías y tendencias, junto con la habilidad para guiar a las organizaciones a través de periodos de incertidumbre, es esencial. Los líderes actuales deben ser visionarios que entiendan el mercado global y sean capaces de anticipar y responder a los cambios rápidamente, mientras mantienen a sus equipos motivados y enfocados en los objetivos a largo plazo.

En este contexto, llamamos a la puerta de los profesionales de AMG Interim Managers, quienes nos van a contar todo sobre cómo encontrar y desarrollar este talento directivo esencial para el éxito en el competitivo panorama empresarial actual.

La evolución del perfil directivo

a) Cambios en las expectativas del rol directivo

El perfil del talento directivo ha cambiado drásticamente en los últimos años. Tradicionalmente, los directivos eran seleccionados principalmente por su experiencia técnica y su capacidad para gestionar operaciones. Sin embargo, la transformación digital y la necesidad de innovación han ampliado las responsabilidades y las expectativas asociadas a estos cargos.

Hoy en día, los líderes no solo deben ser expertos en su campo, sino que también deben tener una visión estratégica global, ser capaces de gestionar equipos diversos y estar alineados con las tendencias tecnológicas. Esto ha hecho que el pool de candidatos realmente capacitados para asumir estos roles sea mucho más reducido.

b) Adaptación a nuevas realidades

En un mundo donde las organizaciones están cada vez más descentralizadas y las estructuras jerárquicas tradicionales están siendo reemplazadas por modelos más horizontales, los directivos deben ser capaces de liderar a distancia, gestionar la autonomía de sus equipos y adaptarse a una dinámica de trabajo mucho más flexible y ágil.

Este cambio implica que muchas habilidades que antes no eran prioritarias, como la inteligencia emocional, la capacidad de comunicación efectiva y la flexibilidad, ahora sean fundamentales para el éxito. Sin embargo, no todos los candidatos a puestos directivos cuentan con estas habilidades, lo que reduce el número de profesionales realmente preparados para asumir estas responsabilidades.

c) La importancia de la innovación y la transformación digital

El avance de la tecnología ha cambiado la forma en que las empresas operan, y esto ha impactado directamente en el tipo de directivos que necesitan. Las organizaciones buscan líderes que puedan implementar procesos de transformación digital, aprovechar el big data y la inteligencia artificial, y fomentar una cultura de innovación. Pero encontrar directivos que no solo comprendan estas herramientas, sino que también sepan cómo aplicarlas estratégicamente para impulsar el crecimiento, es una tarea compleja.

Escasez de habilidades blandas

a) Inteligencia emocional y liderazgo inspiracional

Una de las razones por las que es difícil encontrar talento directivo es la escasez de habilidades blandas como la inteligencia emocional, la empatía y la capacidad de motivar a los equipos. Las empresas de hoy ya no buscan simplemente «jefes» que den órdenes, sino líderes que inspiren, que generen confianza en sus equipos y que gestionen conflictos de manera constructiva.

b) Comunicación y gestión de la diversidad

Otra habilidad blanda que es cada vez más demandada es la capacidad de comunicación. Un buen directivo debe ser capaz de comunicar de manera clara y efectiva tanto con sus equipos como con los diferentes stakeholders de la organización. La globalización ha añadido un nivel extra de complejidad a esta tarea, ya que los directivos deben ser capaces de gestionar equipos multiculturales y de diversas generaciones.

Presión de la globalización y la competencia

a) La guerra por el talento a nivel global

La globalización ha creado un mercado laboral en el que las empresas ya no compiten únicamente con organizaciones de su país, sino con empresas de todo el mundo. Los directivos con talento tienen más oportunidades que nunca y pueden ser seducidos por empresas multinacionales que les ofrecen atractivos paquetes de compensación y beneficios. Esta «guerra por el talento» ha intensificado la competencia por los mejores candidatos, lo que hace que las empresas tengan que esforzarse más por atraer y retener a los directivos de alta calidad.

b) Movilidad laboral y cambios de carrera

El concepto tradicional de una carrera lineal en una sola empresa ha cambiado drásticamente. Hoy en día, muchos profesionales cambian de empresa, de sector o incluso de país con frecuencia. Esta movilidad laboral hace que retener talento directivo a largo plazo sea más complicado.

Los directivos altamente cualificados buscan cada vez más nuevas oportunidades que les permitan crecer y desarrollarse, por lo que no dudan en cambiar de empresa si sienten que sus expectativas no se cumplen. Esta rotación frecuente de directivos obliga a las empresas a estar en constante búsqueda de talento, lo que dificulta aún más el proceso de selección y contratación.

c) Expectativas salariales y competitividad

A medida que la demanda de talento directivo aumenta, también lo hacen las expectativas salariales y de compensación. Los directivos de alto nivel exigen no solo salarios competitivos, sino también beneficios adicionales, como flexibilidad laboral, oportunidades de desarrollo personal y profesional, y paquetes de incentivos alineados con el rendimiento de la empresa. Esto puede suponer un desafío para las organizaciones que no pueden igualar las ofertas de empresas multinacionales o startups tecnológicas, especialmente en sectores más tradicionales o con menos recursos económicos.

Desajuste entre las expectativas de las empresas y los candidatos

a) Desafío de alinear expectativas

Uno de los principales retos en la búsqueda de talento directivo es el desajuste entre lo que las empresas buscan y lo que los candidatos están dispuestos a ofrecer. Muchas organizaciones tienen una idea clara de las habilidades técnicas y blandas que necesitan en un líder, pero los candidatos que cumplen con estos requisitos también tienen sus propias expectativas sobre la cultura empresarial, las oportunidades de desarrollo y las condiciones de trabajo.

b) La necesidad de un fit cultural

Cada vez más, las empresas buscan que sus directivos no solo tengan las habilidades y competencias necesarias, sino que también encajen con la cultura organizacional. Un directivo que no esté alineado con los valores y la cultura de la empresa puede generar tensiones en el equipo y no lograr los objetivos deseados.

Este «fit cultural» es difícil de evaluar en un proceso de selección y puede hacer que muchas empresas descarten candidatos que, a nivel técnico, son más que competentes. Además, los directivos también buscan un entorno en el que se sientan cómodos y donde puedan crecer, por lo que es fundamental que haya un alineamiento en términos de cultura y valores tanto para la empresa como para el candidato.

c) Adaptación a las nuevas formas de trabajo

Las expectativas de los directivos también han cambiado con la creciente adopción de modelos de trabajo híbrido o remoto. Después de la pandemia, muchos líderes han descubierto los beneficios de trabajar de manera más flexible y no quieren volver a los modelos tradicionales de trabajo en oficina. Sin embargo, no todas las empresas han adoptado estos cambios de manera estructurada, lo que puede generar fricciones durante el proceso de reclutamiento.

La falta de flexibilidad o la incapacidad de adaptarse a nuevas formas de trabajo puede disuadir a candidatos con talento que priorizan su bienestar y equilibrio entre la vida personal y laboral, lo que contribuye a la dificultad de encontrar líderes capacitados.

La falta de desarrollo del talento interno

a) Falta de programas de desarrollo de liderazgo

Muchas empresas no invierten lo suficiente en el desarrollo de talento directivo dentro de sus propias filas. Esto significa que cuando surge una vacante en la alta dirección, tienen que buscar candidatos externamente, lo que puede alargar el proceso de selección y aumentar los costos asociados con la contratación.

Las organizaciones que no cuentan con programas de desarrollo de liderazgo pierden la oportunidad de formar a sus propios directivos, lo que les haría menos dependientes del mercado externo para cubrir estos roles. Además, los programas de desarrollo internos permiten identificar y fomentar el talento antes de que sea demasiado tarde y los empleados con potencial decidan abandonar la empresa por falta de oportunidades.

b) Promoción del talento joven

Otra razón detrás de la escasez de talento directivo es la falta de oportunidades para los jóvenes líderes en muchas organizaciones. A menudo, las empresas son reacias a promocionar a empleados más jóvenes a roles de alta dirección, optando en su lugar por buscar directivos con más experiencia. Sin embargo, los líderes jóvenes suelen traer consigo nuevas ideas, energía y una mentalidad más innovadora, elementos clave para la adaptación en mercados en constante cambio.

c) Rotación de talento en ascenso

Finalmente, el alto nivel de rotación de talento en ascenso dentro de las empresas es otro factor que complica la tarea de encontrar directivos. Muchos profesionales de alto potencial abandonan sus organizaciones antes de llegar a ocupar roles de liderazgo debido a la falta de oportunidades de crecimiento o a la cultura empresarial. Esta fuga de talento obliga a las empresas a depender de procesos de selección externos y hace más difícil encontrar directivos que ya estén familiarizados con la organización.

 

Encontrar talento directivo es una tarea compleja que implica no solo identificar candidatos con las habilidades técnicas adecuadas, sino también aquellos que posean las habilidades blandas, la flexibilidad y la visión necesarias para liderar en un entorno empresarial en constante cambio. Las empresas que inviertan en el desarrollo interno de liderazgo, adopten nuevas formas de trabajo y se adapten a las expectativas cambiantes de los directivos tendrán más éxito en la atracción y retención de talento directivo de calidad.

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