En verano, con el buen tiempo, salen a la superficie insectos y roedores que invaden el espacio humano. Por supuesto, ocupan instalaciones de las empresas, ensuciando el entorno y transmitiendo enfermedades. Estas son las plagas más peligrosas del verano.
El verano representa una eclosión para los insectos. Son animales de sangre fría que encuentran en el calor de los meses estivales la temperatura perfecta para nacer y reproducirse. Su ciclo de vida es de unos pocos días, pero sus efectos son apreciables.
Los roedores han pasado el invierno invernando. Con la subida de la temperatura acuden a los espacios ocupados por el ser humano para saciar su hambre incontenible, suspendida durante meses de letargo.
Los exterminadores de plagas de Control Plag, una empresa de Almería que lleva más de 25 años trabajando en seguridad ambiental, nos cuentan que el problema de las plagas veraniegas afecta a todo tipo de empresas. Desde los locales de restauración (bares y restaurantes) hasta hoteles, barcos y locales en construcción.
El periódico La Vanguardia publicó el año pasado por estas fechas un artículo en el que hablaba de las 7 plagas más abundantes del verano. Plagas, que si no se controlan, llegan a alcanzar dimensiones considerables. En este artículo hemos querido comentarlas. Se trata de un tema de salud pública. Las 7 plagas del verano.
La cucaracha americana.
Esta es una cucaracha voladora de color marrón que vive durante el día en el alcantarillado y que sube a la superficie para alimentarse y desovar durante la noche.
Comienza a proliferar en el mes de abril y puede estar presente hasta el mes de octubre. Aparecen en todo tipo de edificios, desde las cocinas y baños de los restaurantes, hasta hospitales y colegios.
Su carácter volador permite que puedan extenderse rápidamente, migrando de un sitio a otro. Al vivir durante el día en el alcantarillado, su armazón concentra una gran cantidad de gérmenes y bacterias que van expandiendo a su paso.
Según Andreu García, vicepresidente de la Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental (Adecap), el cambio climático está haciendo que este insecto tenga presencia durante un periodo de tiempo cada vez más largo y que sea más resistente.
La cucaracha germánica.
Es una cucaracha más pequeña, de color marrón claro rojizo, que la encontramos en los domicilios y en el ámbito de la restauración. Igual que la cucaracha americana, solo actúa por la noche. Huye de la exposición directa a los rayos del sol.
Podemos encontrarla entre los alimentos de la despensa o encima de los fogones. Tiene menos capacidad de desplazamiento que la cucaracha americana, pero se multiplica exponencialmente. Llegando a formar colonias de miles de individuos en pocos días.
Esta cucaracha se ha vuelto inmune a los insecticidas domésticos. La acción de estos productos lo que hace es que la cucaracha se desplace de una zona a otra de la casa o del edificio, pero no la elimina. Por lo que el exterminio completo de esta plaga puede volverse costoso y complicado.
Para evitar su presencia, los expertos aconsejan llevar a cabo un mantenimiento adecuado de tuberías y extremar la limpieza en el interior del edificio, especialmente en las cocinas.
Tapar grietas y vías de acceso, como los desagües de fregaderos y sanitarios, pueden evitar que aparezcan.
El mosquito tigre.
Este mosquito es de actividad diurna. Comienza a aparecer con las lluvias de abril y mayo, y remite a mediados de septiembre.
Aun en los años con pocas precipitaciones, su presencia puede ser considerable, ya que necesita poca agua estancada para hacer su ciclo vital. Le basta con un pequeño charco, el agua de los floreros, el de los platillos de las macetas o el agua de un cubo de fregar sin vaciar para reproducirse.
Es un mosquito bastante molesto, debido a la reacción del cuerpo frente a sus picaduras. Es transmisor de enfermedades. En países de África subsahariana ha sido responsable de la propagación de la fiebre amarilla, del dengue y de la Zika.
En Europa, la mayor parte de las enfermedades que transmite son importadas. Aunque como dice Luis Lozano, técnico de Adecap, debemos tener en cuenta que puede causar brotes autóctonos.
El mosquito común.
El mosquito común actúa por las noches. A diferencia del mosquito tigre, necesita de grandes cantidades de agua para realizar su ciclo reproductivo. Por lo que es normal encontrarlos cerca del cauce de los ríos, embalses, estanques, etc. Además de ser un insecto molesto, transmite enfermedades.
La página web de sanidad del Gobierno de Aragón nos ofrece algunos consejos para protegernos de las picaduras del mosquito tigre y del mosquito común.
Una de ellas es proteger puertas y ventanas con mosquitereas en aquellas zonas donde abunden mosquitos. En estos lugares sería conveniente vestir con ropa holgada de manga larga y zapato cerrado para evitar picaduras. La ropa deber ser ligera y transpirable, pero cubrirnos la mayor parte del cuerpo.
Si tenemos piscina en nuestro edificio y hemos decidido vaciarla durante el invierno, debemos asegurarnos de que esté completamente vacía. Que no hayan quedado charcos de agua estancada donde puedan desovar los mosquitos.
Si no la hemos vaciado, deberemos proteger la piscina con una lona y poner en marcha el sistema de depuración de agua con cierta regularidad. Una vez al mes o cada dos meses.
Respecto a cubos, floreros y otros objetos donde pueda retenerse el agua, sería aconsejable vaciarlos y colocarlos boca abajo para que queden completamente secos.
Los chinches.
Los chinches son una plaga asociada al turismo. Estos insectos provienen de lugares de clima templado. Los movimientos de personas que se producen en verano hacen que se dispersen. El chinche adulto, así como la larva, puede transportarse en las fibras de la ropa o en la superficie de las maletas.
Los lugares preferidos para vivir, para estos insectos, son los colchones y los sofás. Durante el día, el insecto está escondido en los pliegues, y por la noche sale para picar al hombre o a otros animales. La sangre es su alimento.
Aunque no hay constancia de que el chiche transmita ninguna enfermedad, su picadura es irritante y puede causar ansiedad, estrés e insomnio en quien la sufre.
La picadura del chinche puede provocarnos infecciones en la piel y cicatrices. Sobre todo por el hecho de rascarnos para combatir el picor.
Se recomienda a los turistas revisar a fondo las estancias donde van a pasar la noche, para evitar toparnos con chinches, y lavar la ropa que hemos usado en el viaje con agua caliente al volver a casa.
Las garrapatas.
Una nueva especie de garrapata se ha hecho presente en los últimos veranos en las provincias de Barcelona y Tarragona. La Hyalomna lusitanicum, una garrapata que parasita al hombre. Se ha encontrado en zonas de campo cercanas a entornos urbanos.
Las garrapatas suelen esconderse entre el follaje de las plantas y se depositan sobre la piel de animales que se mueven entre ellas, como perros, jabalíes, conejos, etc.
Esta especie de garrapata de la que estamos hablando tiene la capacidad de saltar sobre animales que pasan a su lado. No es necesario entrar en contacto con ellas.
Las garrapatas se alimentan de la sangre de los mamíferos que parasitan. Tienen la capacidad de transmitir enfermedades y de traspasar virus y bacterias de una especie a otra. Se sabe que muchas garrapatas están contaminadas y que pueden transmitir al hombre enfermedades como la encefalitis, la fiebre recurrente, la tularemia o las fiebres de Crimea-Congo.
Andreu García, de Adecap, transmite un poco de tranquilidad sobre este asunto. Aunque esta plaga preocupa en cierto modo a las autoridades, ninguno de los casos registrados en Cataluña, padecía alguna enfermedad grave.
Las ratas.
Las ratas son un peligro para el hombre durante todo el año. Sin embargo, las obras de acondicionamiento urbano, que se suelen hacer en las ciudades en verano, aprovechando que una parte de la población está de vacaciones, hacen que estos roedores salgan a la superficie.
Algunas de estas obras remueven su hábitat, como el alcantarillado, lo que hace que estos roedores busquen nuevos lugares donde vivir y alimentarse.
La rata gris, o rata común, comparte el entorno urbano con el hombre desde tiempos inmemoriales. Animal de hábitos nocturnos, habita en las alcantarillas, donde habitualmente encuentra alimento.
La alteración de su hábitat o la proliferación de la especie, puede llevarles a buscar otros lugares que colonizar. Se sabe que la rata es capaz de moverse entre 50 y 100 metros para buscar alimento. Cuando lo encuentra, se alimenta hasta saciarse y suele regresar al mismo punto cada cierto tiempo.
Al estar en contacto con los desechos son altamente contaminantes. Ya no solo por una eventual mordedura, sino también por los restos que deja su saliva y sus excrementos.
En los últimos años, hemos visto como especies propias de entornos rurales han colonizado el entorno urbano. Como la rata negra (Rattus rattus). Que llega a trepar por el cableado eléctrico y se introduce en los edificios por las grietas.
Para todas estas plagas, las operaciones de sanidad ambiental son claves para garantizarnos un verano seguro.