Siempre he pensado que un buen empresario es aquel que, tras iniciarse en su localidad o ciudad, se expande. ¿Sabéis por qué? Porque expandir tu negocio o abrir nuevas sedes en diferentes ciudades es sinónimo de éxito y yo lo que quiero conseguir es éxito con mi negocio.
Me inicié en el mundo empresarial con 22 años. Provengo de una familia hostelera que lleva varias generaciones dedicando su vida a la hotelería pero yo quería ir un poco más allá de lo que tradicionalmente conocemos así que invertí todos mis ahorros en un restaurante donde los cocineros cocinan delante de los comensales al tiempo que hacen una especie de espectáculo con la comida. Podría decirse que es algo parecido a lo que hacen algunos restaurantes japoneses conde los cocineros preparan el sushi y las bebidas al estilo Tom Cruise en “Cocktail”.
Mi experiencia
La verdad es que costó un poco arrancar pero al final lo conseguí y mi restaurante se convirtió en uno de los primeros, a nivel nacional, con este servicio. Abrí otro más en Aragón y, tras cuatros año más en los que yo estaba al frente de uno y mi hermana del otro restaurante (ambos con el mismo formato), decidí abrir el primer restaurante de la familia en Madrid.
Si lo de Aragón fue complicado lo de Madrid ha sido toda una odisea. La competencia allí es brutal y he llegado a tener que montar unas oficinas sobre el restaurante para poder gestionar todo desde allí porque si quería que todo saliera adelante mi sitio estaba en la capital. Obviamente, como no tenía pensado mudarme allí de madera permanente, fue un poco traumático darme cuenta de que tenía que hacerlo y dejar aquí, al mando de mis restaurantes en Aragón, al resto de mi familia (a mi hermana me la llevé conmigo), pero es lo que había que hacer así que cogí el toro por los cuernos.
Pero si Madrid tiene cosas malas, o al menos complicadas (como la competencia, el tráfico, los horarios, etc.) también tiene cosas buenas como la facilidad con la que tienes acceso a todo. Cuando monté las oficinas sobre el restaurante contacté con esta tienda de informática para empresas en Madrid donde tienen servicio de alquiler de equipos porque, en un primer momento, no tenía pensado comprar nada. Luego, cuando he querido hacer lo mismo aquí, en Aragón, me he topado con un muro de cemento porque no tenemos los mismos servicios y eso es muy indignante.
Es totalmente comprensible que no tengamos la misma variedad pero… ¿servicios? ¿Cómo es posible que en todo Aragón no haya una empresa especializada que pueda alquilarme fotocopiadoras y equipos informáticos? He llegado a un punto en el que me he dado cuenta de que comprar un ordenador tiene sentido, pero no así otros periféricos que utilizo de vez en cuando y a los que no saco rentabilidad, por eso pretendía alquilar fotocopiadoras, pantallas secundarias e incluso un buen proyector para presentar nuevos menús y poder usarlo en reuniones con inversores o subcontratas. Pero me ha sido imposible.
Por eso ahora pienso que para ser un buen empresario es necesario expandirse, sí, pero ya no tengo tan claro si es mejor iniciar tu andadura en tu ciudad natal, como hice yo, o pensar en ir desde el principio a ciudades como Madrid o Barcelona porque aunque tienen sus contras, la accesibilidad a ciertos servicios es brutal comparada con la de otras ciudades españolas y a veces merece la pena la inversión que se ha de realizar en las grandes ciudades porque todo resulta más cómodo.