La palabra “adoración” se queda corta cuando nos referimos al fútbol en Aragón. El deporte rey también lo es en nuestra comunidad y son muchos los grandes recuerdos y momentos que nos ha dejado este juego. Todo maño que se precia recuerda como si hubiese pasado hoy mismo el gol de Nayim, que le otorgaba al Real Zaragoza su única Recopa de Europa en 1995 ante el Arsenal inglés. O el gol del argentino Galletti para ganarle al mismísimo Real Madrid de Beckham, Figo o Ronaldo en la final de la Copa del Rey de 2004.
Aunque desde luego los tiempos han cambiado (en la actualidad el equipo de La Romareda juega en Segunda División, categoría en la que también milita el Huesca), a los aragoneses nos sigue ilusionando el fútbol. Y no solo verlo, sino también practicarlo con nuestros amigos y familiares. Hacerlo de la manera más cómoda posible es toda una obligación para nosotros.
Mi memoria tiene retenidos varios de los mejores momentos de mi infancia y, casualmente, el fútbol está presente en muchos de ellos. En mi casa hemos sido del Zaragoza desde que tenemos uso de razón, y ver los partidos de los nuestros ha sido algo así como ir a misa los domingos. La buena época vivida por el equipo desde los últimos años 80 hasta mediados de los 2000 nos animó, como decía más arriba, a practicarlo.
Sin embargo, las facilidades no eran las mismas hace varios años que en el momento actual. Hoy en día contamos con equipaciones que ni soñábamos durante los 90 y unas botas de las que solo los futbolistas podían disponer. La calidad ha llegado al mundo del deporte y mis amigos y yo, que somos parte de este fantástico pasatiempo, hemos querido hacernos con ella.
Uno de estos amigos informó al resto de que había encontrado por Internet una página web en la que podíamos hacernos con todo tipo de material para jugar al fútbol e incluso al fútbol sala. Intrigados, le pedimos el enlace y su respuesta fue www.marianssport.com. Se trataba de una tienda online en la que no solo se encontraba todo lo que queríamos obtener para la práctica de nuestro deporte favorito, sino que además lo hacía a un precio totalmente asequible.
En mi caso, estaba decidido a hacer un pedido online. Las zapatillas con las que jugaba al fútbol estaban normalmente en un estado deplorable y era muy conveniente que me hiciera con unas mejores si quería evitar una lesión de gravedad. Por otro lado, observé que además de material futbolístico también podía comprar ropa térmica, un tipo de prenda que para los meses de invierno es realmente útil y con el que se puede practicar deporte con comodidad.
Una diferencia abismal
Mis nuevos fichajes llegaron estaban en mi poder apenas dos días después. Varios de mis amigos también se habían apresurado a realizar un pedido y, cuando todo el mundo recibió sus adquisiciones, organizamos un partido. Como cualquier excusa es buena para jugar al fútbol, nadie se negó y nos juntamos prácticamente todos los miembros de nuestro grupo.
Desde el momento en el que comenzó a rodar el balón en el terreno de juego, me di cuenta de lo necesario que era el material nuevo del que disponía. Con las zapatillas no solo reducía el riesgo de lesiones al estar el pie perfectamente reforzado, sino que además la comodidad era soberbia y, en consecuencia, mi rapidez y mi golpeo de balón eran mucho mejores. ¿Cómo era posible que hubiera aguantado tanto con mis viejas zapatillas?
Al terminar el partido pregunté al resto para comprobar si mi sensación era generalizada. Efectivamente, la totalidad de los que habíamos hecho algún pedido notaba la diferencia. La satisfacción era unánime. Y es que pocas cosas hay mejores que hacer lo que te gusta sabiendo que estás equipado con el mejor material. Tan contentos terminamos tras aquel partido que, todavía a día de hoy, seguimos confiando en Marians Sport cada vez que necesitamos un artículo. Si mi Real Zaragoza también confiara en ellos, estoy seguro de que el ascenso a Primera División sería tan solo cuestión de tiempo.