La frecuencia y gravedad de los accidentes en la construcción han sido objeto de especial preocupación del Consejo Aragonés de Seguridad y Salud Laboral. En los últimos años, y tras salir de la crisis, han sido unos cuantos los casos de muertes en accidente laboral que hemos vivido en la Comunidad. Los datos hablan de un incremento del 4% en la tasa de siniestralidad. En los diez primeros meses del año 2007, hubo 12.284 accidentes en el puesto de trabajo frente a los 11.330 en el mismo plazo de 2016. Asimismo, se han incrementado los accidentes laborales graves al tener a estas alturas del año 82 frente a los 69 del ejercicio anterior, lo que supone un 14,1% más.
Por este motivo, el Gobierno de Aragón constituyó un grupo de trabajo formado por expertos en seguridad en construcción, designados por agentes sociales e instituciones y colectivos especializados en el sector, con una misión específica: elaborar un documento sencillo, al alcance de cualquier empresario y trabajador, que presentara un guión básico de medias de seguridad frente al riesgo laboral más grave del sector, que son las caídas de altura.
La mejora de las condiciones de trabajo, especialmente en un sector tan sensible como el de la construcción, exige no sólo el cumplimiento de la ley sino también un avance permanente de los métodos de trabajo y buenas prácticas como los que aquí se impulsan. Las propuestas, algunas de las cuales suponen serios avances en materia preventiva, vienen avaladas por la participación y unanimidad de Organizaciones Empresariales, Sindicales, Colegios Profesionales, Fundación Laboral de la Construcción y la propia Administración.
Medidas
La utilización de andamios “tipo tradicional” plantea fundamentalmente problemas de estabilidad, fatiga de materiales, ausencia de normas para su fabricación, montaje, etc. Por todo ello el pronunciamiento del grupo se orienta hacia la no utilización de este tipo de andamios incluso hacia la desaparición del mercado en torno a ellos.
Los andamios recomendados son únicamente aquellos que respondan a las normas UNE 76-502-90, HD 1000, andamios metálicos modulares, denominados comúnmente “Tipo europeo”.
Cuidado con las redes
El grupo de trabajo considera que la utilización de las tradicionales redes presenta una serie de inconvenientes que pueden ser graves (por ejemplo, ausencia de normas relativas a los soportes de horca) o difícilmente eludibles (dificultades en montajes, mantenimiento, etc). Por otra parte una protección adecuada exige una continua recolocación disponiendo un correcto embolsamiento, aspectos que en la práctica casi nunca están bien resueltos. De otro lado, la colocación de las redes entraña un riesgo notable.
La alternativa a la utilización de redes en la construcción de edificios (salvo casos puntuales) es, evidentemente la implantación de andamios fijos perimetrales. Tales elementos ofrecen un grado de protección sensiblemente mayor que las redes en cuestión. Por todo ello el pronunciamiento del grupo de trabajo es claro: el sector de la construcción debe considerar muy seriamente la sustitución de las redes por los ya mencionados equipos fijos perimetrales.
Es necesario por tanto que la cultura de este sector de actividad vaya incorporando el concepto de que las tradicionales redes presentan tales inconvenientes en materia de seguridad, que sería deseable su desaparición en un plazo no muy lejano. Algo que se recomienda desde Workprotec, una de las mejores empresas de trabajos en altura, líderes en el sector del trabajo y la seguridad en altura.
Cuando exista un riesgo de caída de altura de más de dos metros, los equipos de trabajo deberán disponer de barandillas o de cualquier otro sistema de protección colectiva que proporcione una seguridad equivalente. Las barandillas deberán ser resistentes, de una altura mínima de 90 centímetros y, cuando sea necesario para impedir el paso o deslizamiento de los trabajadores o para evitar la caída de objetos, dispondrán, respectivamente, de una protección intermedia y de un rodapiés.
Cuando sea necesario retirar de forma temporal algún dispositivo de protección colectiva contra caídas, deben preverse medidas alternativas que no disminuyan el nivel de seguridad. Dichas medidas deberán especificarse en la planificación preventiva.
Viendo todo esto, está claro que la formación es imprescindible. Los delegados han de estar muy vigilantes para asegurar la labor de prevención, máxime cuando la caída de inversión de las empresas en este apartado ha sido importante durante la crisis. La idea es revertir esta situación e ir recuperando los derechos laborales y sociales que se han ido perdiendo.